RESUMEN DE LA REUNIÓN DE HOZNAYO

Tal y como estaba previsto, anteanoche se celebró la reunión a la que hacía referencia en la última entrada, contabilizándose 51 asistentes, incluyendo a las personas que daban la charla y la  moderaban. Entre las asistencias más notorias, se pudo ver a varios miembros de la directiva de la Federación Cantabra de Caza (con su Presidente a la cabeza) y miembros del Club de Cazadores de Becada.

El primer interrogante que planteaba el evento era quién era el organizador o el convocante y el segundo cual era el objetivo real de la reunión. Y esas dudas siguen sin despejarse, puesto que el propio Presidente de la Federación -que ejerció de moderador en algunos momentos del acto- manifestó antes de entrar en la sala desconocer casi todo sobre el asunto. Evidentemente, como se demostró pocos minutos después, había poco o nada de verdad en sus palabras.

Con estos lamentables preámbulos, abrió la charla un representante del IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos) presentando una aplicación informática para móviles que, según él, permitiría conocer muchos datos sobre la sorda. A la información que se recoja no podrán acceder las personas que la suministren y no está claro por quién será manejada ni los riesgos que entrañe el hipotético manejo de esa información.

En la segunda parte apareció el famoso “carnet de becadero”. En esta ocasión tomó la palabra el Director de la Reserva del Saja y vino a decir –tampoco hizo ninguna afirmación tajante- que cree que para la temporada 2017/18 todos los sorderos que participen en las cacerías de la Reserva deberán portar el “carnet de becadero”, en el que deberán anotar sus capturas, y los precintos reglamentarios que tendrán que colocar en la pata de cada sorda abatida. Luego, a partir de la temporada siguiente, esta obligación se extendería a todo el territorio de Cantabria. Curiosamente, no supo concretar si estos requisitos están implantados en otras comunidades y en el caso de estarlo, en cuáles.

Cuando se abrió un pequeño debate, se pudieron oír numerosas opiniones discrepantes y algunos puntos de vista que no resultaron del agrado del Sr. Director, que perdió una vez más los papeles e hizo que la mayoría de los asistentes nos preguntáramos qué es en realidad ésto y qué se pretende.

Tratando de resumir el asunto y adivinar lo que se esconde detrás de esta reunión convocada “a medias” por no se sabe quién, podemos sacar las siguientes conclusiones:

1    1.- Asegurarse que la asistencia no sea amplia. Pero salvar el trámite de la publicidad.

      2.- Que la concurrencia sea lo más afín posible a sus propósitos.

     3.- Contar con representantes del máximo órgano de los cazadores (4 representantes de la Federación y alguno de ellos no es sordero)

      4.- Lo más importante: tomar el pulso del personal, es decir, saber si tragamos o no.
    5.- Si todo lo anterior sale bien, y tragamos, pueden decir que los sorderos cántabros aceptan con entusiasmo la aplicación para móviles y el “carnet de becadero”, cuando en realidad sólo estábamos presentes el 1% de los cazadores de sorda cántabros y la mayoría (unos lo manifestamos públicamente y otros no) somos contrarios a ello.

El siguiente paso es que el otro 99% manifieste su opinión de manera clara y contundente y se lo haga llegar a nuestras autoridades en materia de caza. Que si somos los suficientes y lo manifestamos con la suficiente claridad, conseguiremos esquivar este nuevo rejón como se han esquivado otros.

Al final se dijo de una manera oficial (creo que lo único oficial de toda la reunión) que los repartos de las cacerías sobrantes de la Reserva comenzarán el 17 de Octubre, tanto en las dependencias del Servicio de Montes en P. Tecnológico, como en las oficinas comarcales de Extensión Agraria. El número máximo de cacerías a elegir por cazador y día, será de tres.