El tema de los lobos vuelve
a estar muy de actualidad en Cantabria. Es un asunto demasiado espinoso como
para echarle mano precisamente en vísperas del 24 M. Hay que hacer muy bien las
cuentas antes de simular que se toma una determinación al respecto, no vaya a
ser que se pisen cayos que tarden en curar más de tres semanas. Porque en el
fondo, ese parece ser el problema que más inquieta a los que deben y pueden
actuar, muy por encima de otras consideraciones que pudieran parecer más
lógicas.
La clave del asunto dicen
que es conocer el censo real de lobos, es decir, que hay que empezar por
contarlos, para saber si son muchos o pocos, no vaya a ser que en vez de quitar
haya que poner y la liemos parda. Pero el número, aunque pudiera saberse, no
nos aclarará gran cosa, porque independientemente de los que se contabilicen, a
unos les parecerán muchos (a los que ponen sus ovejas, potros y terneros) y a
otros pocos (porque a ellos no les cuestan nada). Mientras los daños que causen
los lobos o cualquier otro animal salvaje, lo paguen unos pocos, este problema
no tendrá solución. Y esa solución no es nada fácil de encontrar, porque el
asunto tiene una gran complejidad y muchos puntos de vista desde donde mirarlo.
Pero no sería mal comienzo que los que defienden los derechos del lobo por
encima de los de cualquier “aldeano”, pagaran a escote todos los daños que
ocasione esta especie en los patrimonios de los que llevan ya demasiados siglos
corriendo con los gastos de su manutención.
El hombre es un lobo para el hombre
ResponderEliminarMas bien ratas,ni dios mueve,debe estar todo solucionadoQUE PENA
ResponderEliminarCannis Lupis,nadie lo veía, solo el pastor al día siguiente lo intuía al ver todo el rebaño muerto con sus cuellos desgarrados.
ResponderEliminarEran otros tiempos, tiempos en los que el cuento más conocido a nivel mundial, Caperucita Roja, hablaba del cazador que daba muerte al maligno Lobo.
Hoy el cuento se lo han cargado los ecolocos, como se va a matar al lobo, y el cuento pasó a ser zona LIC.
El lobo a pasado a ser un animal de compañía más, merodea los nucleos habitados, eso sí, ya no mata todo el rebaño, se conforma con uno o dos animales.
Como se explica este cambio de comportamiento ? solo de una forma, han tenido contacto humano y no le temen como antaño.
Su aparición en zonas rurales a cientos de kilómetros de sus habituales núcleos de población conocidos, corrobora esta idea.
El ataque a presas fáciles como el ganado contrasta con la abundancia de caza salvaje de estos tiempos nunca vista hasta ahora, confirmando que han tenido contacto con el hombre.
Si todo hubiese ido normal, igual los lobos de Cabarceno y otros sitios parecidos tendrían un final distinto, aunque no exento de problemas como estamos viendo.
Hay hombres que se les denomina sujetos, esto es debido a que no quieren ser libres para vivir sin responsabilidades
ResponderEliminarEn el mundo, y en la caza, hay mucho de esto.